Cuando empezamos con el proceso de Polonia quise darle un significado material, algo que viera todos los días y que me recordara que pasarían los días hasta llegar a encontrarnos. Me decidí por un anillo que formaba parte de un grupo de tres con las ideas muy claras: el primero lo compraría cuando firmásemos nuestro compromiso con la ECAI, el segundo cuando nos asignaran y el tercero cuando estuviera en casa con nosotros. en su momento, lo llamé El anillo de tres
Ahora Amaya me ha dado otra idea. Una idea buenísima. Diferente. Inspirada en la Leyenda del Hilo Rojo:
El hilo rojo
En la cultura popular asiática hay una creencia, que ha pasado de generación en generación, que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo.
Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos. Por eso también el hecho de hacer promesas en algunos países al entrelazar estos dedos con el otro.
La historia en sí cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.
Hace más de una semana que yo llevo el hilo rojo en mi muñeca y me da fuerza porque cada día veo como se va desenredando y cada día estamos más cerca. Gracias, Amaya! y gracias a las personas que se van uniendo al Hilo Rojo!
Por supuesto que en su momento le dediqué una entrada a la leyenda del hilo rojo, porque me encanta . Para verla, hay que pinchar aqui
Me encanta, tanto la leyenda que el hilo en la muñeca 😍 Es un símbolo precioso que da fuera para acabar el maratón!
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¿a qué si? No pensaba yo que un hilito tan pequeño pudiera hacer tanto! ¿será que estamos ya entrenadas?
Gracias por estar siempre al otro lado, amiga!!
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Sí da fuerza, sí. Doy fe.
Muuuchas gracias.
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A ti!!!
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